Pacto para el Futuro Rev-2 (Parte 1) - Desbalances e Inconsistencias Estructurales: Cambio climático, pobreza y hambre en la Rev-2

Por Javier Surasky- 

El 17 de julio, los cofacilitadores de las negociaciones del Pacto para el Futuro (PpF) publicaron la segunda revisión de su texto, tras el lanzamiento del Borrador Cero el 26 de enero de 2024, y su primera revisión (Rev-1) el 14 de mayo de 2024.

Este es el primer análisis de la segunda revisión  del PpF (Rev-2). Pronto publicaremos más análisis de sus contenidos.

La nueva versión trae algunas noticias importantes. Podemos ver la nueva versión del preámbulo, una parte del documento incluida en el Borrador Cero pero eliminada en la Rev-1, y aunque la estructura del documento no ha cambiado, los 63 párrafos de la Rev-1 se han convertido en 82 en la Rev-2. Como era de esperar, la “inflación de párrafos” que afecta a casi todos los documentos de la ONU también ha afectado al PpF.

¿Es la Rev-2 más fuerte y ambiciosa de lo que era la Rev-1? No lo creo. Más allá de algunos nuevos compromisos, el tono del Pacto no ha cambiado. Vamos a profundizar en Rev-2 para que puedan formarse su propia opinión.

El Preámbulo

Recuperando el espíritu de la Carta de la ONU, el PpF comienza con los Jefes de Estado y de Gobierno declarando expresamente que están “representando a los pueblos del mundo” y afirmando que se reúnen en la Cumbre del Futuro para “proteger las necesidades e intereses de las generaciones presentes y futuras.” (§1).

Es importante, y lo encontraremos muchas veces a lo largo del texto, que el documento que se adopte en la Cumbre del Futuro incluya desde el principio una mención a las generaciones futuras, ya que los resultados de esta reunión las afectarán y, de ahora en adelante las generaciones futuras deberán formar parte de las discusiones multilaterales, aunque aún debemos decidir cómo eso llegará a ocurrir.

Los siguientes párrafos dibujan, una vez más, el cuadro de un mundo al borde del colapso, enfrentando el riesgo de “inclinarse irreversiblemente hacia un futuro de crisis persistentes y de colapso.” (§2). Luego, las menciones habituales a la esperanza, las oportunidades, nuestra humanidad común y el “camino hacia un futuro más brillante para todos” (§4) que solo podremos recorrer si nos comprometemos nuevamente con el multilateralismo, que “no es una opción sino una necesidad” (§5), y que debe ser “efectivo, preparado, representativo, inclusivo, interconectado y financieramente estable” (§6).

Luego, el compromiso de “reiniciar” el sistema: “prometemos un nuevo comienzo en la cooperación internacional” (§7), y las bien conocidas reafirmaciones sobre la importancia del derecho internacional, los tres pilares de las Naciones Unidas (desarrollo sostenible, paz y seguridad, y derechos humanos), no dejar a nadie atrás, la Agenda 2030 y la aceleración de los ODS, “incluyendo a través de pasos políticos concretos y financiamiento adecuado” (§8), la Declaración Universal de Derechos Humanos (§10), la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (§11), y así sucesivamente.

No faltan la reafirmación de la pobreza como el mayor desafío global ni el reconocimiento de la importancia crítica de mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1.5 grados Celsius (extrañamente, sin mencionar el Acuerdo de París) como requisito para lograr el desarrollo sostenible (§9). Y luego, lo que parece ser una visión largamente esperada: “Reconocemos que el bienestar de las generaciones presentes y futuras y la sostenibilidad de nuestro planeta depende de nuestra voluntad de tomar medidas,” y la consiguiente decisión de “revisar el progreso en la implementación de las acciones en este Pacto y sus Anexos al comienzo de la octogésima tercera sesión a través de una reunión a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno” (§14), lo que crea la necesidad de alinear las fechas de monitoreo incluidas tanto en el Pacto Digital Global como en la Declaración sobre las Generaciones Futuras, aún en construcción.

Finalmente, el Preámbulo enumera (innecesariamente) las 58 acciones contenidas en el PpF.

La estructura de los capítulos: ¿Qué hay sobre el cambio climático, la pobreza y el hambre?

Como se acordó previamente, el cuerpo del PpF está organizado en cinco capítulos temáticos, cada uno incluyendo un encabezado, y acciones generales cuyo contenido real se especifica en “decisiones”, algunas de ellas estableciendo un plazo para ser cumplidas, replicando en cierta medida el esquema de metas y objetivos, pero renombrando sus partes.

La siguiente lista presenta el esquema de la Rev-2 del PpF:

  • Capítulo 1: Desarrollo Sostenible y Financiamiento para el Desarrollo. 12 Acciones, 48 decisiones.
  • Capítulo 2: Paz y Seguridad Internacional. 17 Acciones, 69 decisiones.
  • Capítulo 3: Ciencia, Tecnología e Innovación y Cooperación Digital. 7 Acciones, 21 decisiones.
  • Capítulo 4: Juventud y Generaciones Futuras. 4 Acciones, 19 decisiones.
  • Capítulo 5: Transformación de la Gobernanza Global. 18 Acciones, 57 decisiones, y una salvedad: Este capítulo incluye una acción (#42) sobre la reforma del Consejo de Seguridad aún por definir. Los cofacilitadores explican que “presentarán un lenguaje sobre este tema tan pronto como sea posible a la luz de las deliberaciones en curso en otros foros de la ONU”.

No me parece un documento equilibrado: los capítulos 2 y 5 enumeran más del 60% de las acciones (35 de 58) y más del 80% de las “decisiones” (174 de 214). En consecuencia, entiendo que el PpF, tal como está, es principalmente un documento sobre el fortalecimiento de la paz y la seguridad internacional y la reforma de la gobernanza global, mostrando un desequilibrio entre las tres dimensiones del Desarrollo Sostenible y también entre los tres pilares de la ONU, a pesar de las afirmaciones hechas en el Preámbulo.

Además, el Preámbulo afirma que es fundamental mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1.5 grados Celsius (§9) y no tenemos un capítulo sobre el clima (lo sabíamos, nada nuevo). Aun así, es sorprendente que solo 2 acciones mencionen el cambio climático: la acción 9 sobre aumentar nuestra ambición para abordar el cambio climático, y la 53 sobre acelerar la reforma de la arquitectura financiera internacional para que pueda enfrentar el desafío del cambio climático (raramente, ninguna decisión bajo esta acción incluye la expresión “cambio climático”).

No obstante, el cambio climático se menciona en los párrafos introductorios de las acciones 10 (Acelerar nuestros esfuerzos para proteger, conservar y utilizar de manera sostenible el medio ambiente) y 21 (Abordar los desafíos que plantea a la paz y la seguridad internacional los impactos adversos del clima y el medio ambiente) y, a nivel de “decisiones”, el cambio climático se menciona en cinco oportunidades (9a; 21a; 21b; 38e; y 51e), lo que significa que se lo encuentra en un 2.3% de estas. El Acuerdo de París se menciona dos veces en todo el documento.

Son números bajos, ¿no lo cree? Si su respuesta es “sí”, entonces espere hasta saber cuántas acciones están enfocadas expresamente en combatir la pobreza, “el mayor desafío global” según el párrafo 9 en el preámbulo: la Rev-2 incluye dos acciones directamente relacionadas con la lucha contra la pobreza: la acción dos sobre poner la erradicación de la pobreza en el centro de los esfuerzos para lograr la Agenda 2030, y la acción 6 sobre invertir en las personas para acabar con la pobreza y fortalecer la confianza y la cohesión social.

Permítanme decir que esto representa un incremento del 100% respecto a Rev-1, que solo incluía una acción enfocada en combatir la pobreza.

La nueva acción, entonces, es la número dos, y comienza con fuerza afirmando que erradicar la pobreza “es un imperativo para toda la humanidad.” Esta acción nos proporciona un buen ejemplo para entender por qué uso comillas cada vez que escribo la palabra “decisiones”.

Una de las “decisiones” bajo esta acción es “tomar acciones concretas para evitar que las personas vuelvan a caer en la pobreza, incluyendo el establecimiento de sistemas de protección social.” Nada nuevo aquí. Solo una promesa vacía, abierta y difícilmente accionable disfrazada de “decisión”, que supuestamente ayudará a renovar la cooperación internacional y fortalecer el multilateralismo.

Afortunadamente, los países incluyeron en Rev-2 otra acción, la número tres del PpF, sobre acabar con el hambre y eliminar la inseguridad alimentaria. Créalo o no, no había menciones sobre el hambre en Rev-1, ¡así que esta nueva acción es bienvenida! Ahora la palabra “hambre” aparece seis veces en todo el documento (la palabra “hambriento” ni una sola vez).

Este primer acercamiento a la segunda revisión del Pacto para el Futuro me dice que la coherencia no es su punto fuerte.