La guerra comercial entre Estados Unidos y China: el rol de América Latina

Por Javier Surasky





La guerra comercial entre Estados Unidos y China está lanzada. Impuestos aduaneros impuestos por EE.UU. que van desde un 10% sobre importaciones generales hasta un 145% sobre productos chinos, has ido seguidos por represalias chinas de hasta un 125% sobre bienes estadounidenses que ingresan a China.

América Latina, con poco que decir en esta lucha entre gigantes económicos globales, mantiene fuertes vínculos comerciales con ambos:

Utilizando datos oficiales para 2022, tenemos que

Este marco abre para América Latina (AL), en tiempos de confrontación comercial entre potencias, una serie de opciones de acción internacional.

Para comenzar, el desvío de comercio y la relocalización de la producción pueden posicionar a la parte Norte de la región como una alternativa atractiva para empresas que sigan estrategias de nearshoring para llevar sus productos hacia EE.UU, mientras que países como Brasil, con una economía diversificada y un mercado interno enorme, y países ricos en recursos como Argentina, Bolivia y Chile atraen interés debido a la demanda de materias primas que tanto EE.UU. como China necesitan para mantener sus economías avanzando en campos como tecnologías verdes y tecnologías digitales, aunque la volatilidad de precios internacionales de materias primas en un contexto de incertidumbre económica mundial no hará fácil para los exportadores tomar ventajas estables del juego comercial internacional.

Esta última reflexión nos recuerda la fragilidad de las herramientas con que cuenta América Latina para atraer la atención de ambas superpotencias.

  • Las oportunidades que puede ofrecer parte de la región en materia de nearshoring se ve afectada por la calidad de infraestructura de logística y por la inestabilidad política de diferentes países de AL.
  • El mercado interno regional, con más de 650 millones de habitantes y una extendida clase media se ve golpeada por la desigualdad y la informalidad que muestra la economía de AL, que afecta al 50% de su fuerza laboral y limitan su capacidad de actuar, lo que se ve agravado por los vaivenes en materia de políticas de promoción de la inclusión social.
  • Vinculado al último punto, si bien existen “islas” de impulso de tecnología digitales enmarcadas en ecosistemas que promueven la innovación, como lo muestran Costa Rica y Uruguay, o la decisión de MercadoLibre de integrar IA a sus operaciones de comercio electrónico para optimizar su logística, las brechas de talento en STEM, la baja inversión de los países en I+D (en torno al 0.6% del PIB). restringen las oportunidades y ponen en juego que los progresos que puedan alcanzarse deriven en afectación de la soberanía tecnológica (UNESCO, 2025).

Finalmente, la propia competencia entre EE.UU. y China es origen de oportunidades:

  • En el campo de la industria automotriz, empresas chinas como BYD han aumentado su presencia en Brasil, con un crecimiento del 84% en ventas de vehículos eléctricos en 2024.

Con este trasfondo, podemos realizar un rápido ejercicio de análisis DAFO (Debilidades, Fortalezas, Oportunidades y Amenazas) de los escenarios de alineación geopolítica de AL con alguno de los “contendientes”:

Escenario de alineamiento con EE.UU.

Fortalezas:

  • Proximidad geográfica beneficia a los países de norte de AL.
  • Reservas de litio y cobre y otros minerales de alto valor para EE.UU.
  • Compatibilidad cultural y experiencia en acuerdos comerciales.

Debilidades:

  • Refuerzo de la dependencia de exportaciones de materias primas.
  • Infraestructura logística limitada.
  • Alta dependencia del mercado estadounidense.
  • Brecha de habilidades en STEM.
  • Retroceso de la cooperación internacional de EE.UU.

Oportunidades:

  • Atraer inversión en energías renovables y manufactura avanzada.
  • Digitalización con apoyo de empresas líderes.
  • Llegada de inversores privados líderes.

Amenazas:

  • Políticas proteccionistas estadounidenses.
  • Pérdida de mercados chinos, afectando exportaciones.
  • Riesgo de quedar atrapados en un alineamiento militar general.
  • Percepción social de EE.UU. como representación del “·imperialismo”.

Escenario de alineamiento con China

Fortalezas:

  • Reservas de litio, cobre y otros minerales de alto valor para China.
  • Comercio en crecimiento.
  • Ecosistemas tecnológicos emergentes que pueden beneficiarse de la experiencia china.

Debilidades:

  • Refuerzo de la dependencia de exportaciones de materias primas.
  • Infraestructura logística limitada.
  • Brecha de habilidades en STEM.
  • Diferencia cultural.

Oportunidades:

  • Fuerte inversión china en infraestructura sostenible.
  • Oportunidades para el desarrollo de IA con empresas chinas.
  • Mayor apertura a acuerdos de transferencia tecnológica apoyados en Cooperación internacional.

Amenazas:

  • Represalias estadounidenses.
  • Preocupaciones sobre impactos en la soberanía digital.
  • Sobreendeudamiento por proyectos chinos.

¿Está abierta la opción de “no alineamiento” con ninguna de las dos partes? Sí, y permitiría a la región diversificar sus relaciones en búsqueda de la maximización de beneficios económicos, sociales y ambientales. No obstante, ello requeriría de una capacidad de acción diplomática y política regional unificada, lo que hoy parece irrealizable y es condición necesaria para avanzar un intento de no alineamiento.

Esa acción unificada debería dar frutos en ejes de interés regional común que tienen mayor posibilidad de efectividad y eficiencia cuando se trabajan a escalas supranacionales, como el desarrollo de infraestructura comercial y digital o el establecimiento de marcos legales y de incentivos coordinados entre países.

Es por ello que la guerra comercial entre EE.UU. y China ofrece a América Latina una oportunidad, en tanto su posición le permite ser atractiva para ambas partes en conflicto, pero las propias limitaciones y desencuentros internos limitan la capacidad de explotar esas oportunidades y crean olas peligrosas en el mar de tensiones geopolíticas que América Latina deberá navegar durante los próximos años.