Por Javier Surasky
¿Qué podemos esperar que se discuta sobre el tema en su 80º
edición? ¿A qué actores prestar especial atención? ¿Cuáles podrían llegar a ser
sus puntos centrales? Vamos a explorar el panorama como una forma de ayudar a
quienes están interesados en el tema a seguir los discursos durante el próximo
Debate General.
Hay tres temas que, creemos, serán ejes de discusión: los
modelos de gobernanza de la IA, su huella ambiental y el rápido ensanchamiento
de la brecha digital entre países digitalmente centrales y periféricos.
Dentro de esos temas, habrá diferentes posiciones sobre métricas
de recursos, entendidas como cifras concretas sobre el consumo eléctrico y
de agua por los sistemas de IA; financiación del desarrollo de capacidades
digitales, con referencias al “Compute for All”, “Green Gigafactories”, “Digital
Commons Facility”, “AI para el Desarrollo Sostenible”, que buscarán equilibrar
las cargas y oportunidades entre países líderes en IA y quienes se van quedando
rezagados; modos y foros de gobernanza de la IA, con posibles
desacuerdos en torno a la constitución formal de un Panel Científico de
la ONU, una Organización Mundial de Cooperación en IA o un mayor rol de la UIT.
También es posible que veamos debates sobre la mejor manera de articular IA
y la iniciativa ONU80, que hasta ahora viene depositando excesivas
expectativas en lo que la IA puede hacer como parte de una reforma de la ONU.
Un rápido mapeo de países y posiciones nos permite prever el
protagonismo que adquirirán ciertos actores:
La Unión Europea defenderá la necesidad de regulación
de la IA de tal manera que brinde a los Estados control sobre los riesgos sin
detener su avance, proponiendo un combo unificado entre “normas y asignación
de recursos”.
En esa dirección, exhibirá ante la sociedad internacional su
Ley de IA y su fondo InvestAI,
dotado de €200.000 millones, 20.000 millones de los cuales se dedicarán a la
construcción de gigafactorías (cada una albergando hasta 100.000 chips para
entrenar modelos de IA para aumentar la capacidad computacional de Europa y
bajas en producción de carbono), lo que puede derivar en una llamado a
transparentar el uso de agua y energía en los centros de datos.
Estados Unidos seguirá su enfoque “innovation
first”, esto es: la regulación de la IA no debe hacerse de tal forma que
pueda entorpecer o ralentizar el progreso de la IA. Recordemos que en un
discurso de tomo amenazante, el vicepresidente JD Vance advirtió en la cumbre
de París de febrero sobre IA que “la regulación excesiva podría matar un sector
transformador” y se negó a firmar la declaración sobre una “IA
inclusiva y sostenible”
Washington posiblemente evitará hacer referencia al consumo
de recursos energético, y si lo hace será para elevar un dedo acusatorio sobre
China, y tal vez promocionará sus servicios en la nube como la vía más rápida
para que los países en desarrollo “salten” sobre la brecha digital.
China será el tercer gran actor. Es un hecho que
defenderá una gobernanza de la IA centrada en la soberanía estatal pero
cooperativa. Recordemos que el Plan
de Acción para la Gobernanza Global de la IA (Global
AI Governance Action Plan) del primer ministro Li Qiang, de julio de
2025, sugiere que es necesario establecer una Organización Mundial de
Cooperación en IA en el marco de sistema de las Naciones Unidas y promover el
uso de plataformas de código abierto. Ambos elementos, podrían ser presentados
como oportunidades para los países rezagados de sumarse a la ola digital. Es de
esperar además que haga una fuerte referencia a los controles de exportación
occidentales en materia de chips para la IA.
La posición de India puede estar sujeta a variaciones
de tomo de acuerdo a la forma en que avancen en las próximas semanas las
sanciones que le ha impuesto EE.UU. por consumir petróleo ruso. Es casi un
hecho que defendería la perspectiva general de la “IA para el Desarrollo”.
Nuevamente, teniendo como antecedente más directo la reunión de París sobre IA,
recordemos que allí el primer ministro Modi pidió “democratizar la tecnología”
y utilizó el lenguaje del G-20 sobre IA energéticamente eficiente a escala para
el Sur Global. Podría apoyar la demanda por mayor financiamiento concesional
para el desarrollo de corredores de centros de datos verdes, especialmente en
el Sur de Asia y en África.
Kenia se encuentra liderando el reclamo africano
sobre acceso a capacidad de cómputo. En un panel auspiciado por la presidencia
de la Asamblea General que se realizó en ese país el julio pasado, se
estableció el Grupo de Amigos para el Desarrollo de Capacidades en IA, cuya
posición es que sin acceso preferencias a la nube ni impulso de energías
renovables la IA profundizará el neocolonialismo y la dependencia de los países
de la región. Se espera que vincule los reclamos sobre justicia digital y
justicia climática, posiblemente aportando datos sobre la manera en que la IA
está tensionando los recursos hídricos en regiones áridas de África.
Brasil no solo “abrirá el juego” como primer país en
presentar su discurso, sino que podemos dar por hecho que en él conectará la
gobernanza de la IA con la agenda climática de la COP30 a realizarse este año
en Belém do Pará, por lo que podría apoyar el establecimiento de normas
estándar globales sobre divulgación del consumo de energía y agua para fines de
IA. Es probable que proponga destinar una parte del financiamiento del Fondo de
Pérdidas y Daños al desarrollo de infraestructura de cómputo sostenible y
resiliente. A esa posición podrían sumarse los Pequeños Estados Insulares en
Desarrollo (AOSIS), y en especial Barbados, pidiendo la
incorporación de pruebas de impacto ambiental obligatorias como parte de las
medidas de implementación del Pacto Digital Global.
Los países nórdicos (Noruega, Islandia y Suecia) buscarían
mostrarse como ejemplos de desarrollo de IA verde, ofertando sus abundantes
recursos hídricos y sus bajas temperaturas como incentivos a la instalación de clusters
de IA de bajas emisiones en sus territorios.
Irak, en nombre del G77 + China reclamará, una vez más, un
mayor ejercicio de transferencias de tecnologías, incluyendo las digitales,
mayor financiamiento para el desarrollo de IA, estructuras digitales y
capacidades humanas, y hay grandes chances de que llame a crear un mecanismo
mundial de solidaridad. La brecha digital y el neocolonialismo de datos podrían
insertarse en su discurso.
Francia y España sacarán a relucir el haber
sido sedes de la Cumbre de Acción sobre IA y de la Cuarta Conferencia sobre
Financiamiento del Desarrollo, alineados la UE pero posiblemente incluyendo
elementos que sugieran la necesidad de establecer umbrales escalonados
de transmisión de recursos de cómputo y financieros, así como de
otorgamiento de préstamos concesionales para el desarrollo de una “IA verde”,
priorizando la incorporación de este asunto en las agendas de los bancos
multilaterales de desarrollo.
En conjunto, estas intervenciones muestran las posiciones en
pugna en los temas que hemos señalado como ejes de debate actuales, entroncando
asuntos de desarrollo, cuidado ambiental, ética y seguridad internacional, que
son el centro de una ruta hacia el desarrollo digital cuyos componentes se
encuentran en disputa.